WikiLeaks vuelve a ser tema de interés para sus seguidores y sus no tan seguidores.
Su fundador Julian Assange, fue arrestado la mañana del pasado jueves 11 de abril 2019 en la embajada de Ecuador en Reino Unido, por la policía británica, luego de permanecer refugiado en la embajada desde junio 2012, para evitar su extradición a Suecia acusado por delitos sexuales.
El creador de la importante e influyente organización, es arrestado a causa de incurrir en los requisitos de una fianza y su nula asistencia a la comparecencia ante los tribunales de este país por una orden realizada el año 2012, sumado a ello la acusación por presunta conspiración de una de las más grandes filtraciones de datos en la historia. Haciendo uso de WikiLeaks como medio de difusión para hacer públicos más de 700.000 documentos secretos del gobierno de Estados Unidos, quien solicitó su extradición.
Así pues, el próximo 2 de mayo tendrá que presentarse ante el tribunal británico y de ser concedida su extradición a EE.UU. podría enfrentarse a 5 años de prisión por los delitos cometidos, siendo posible que se sumen más acusaciones a su expediente.
Esta es la prueba constante de que los datos y la información nunca estarán lo suficientemente protegidos, como para no ser blanco de un ataque de filtración cibernética de esta magnitud, a través de un metódico proceso para su conocimiento público.
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